De acuerdo con el profesor Pedro Salinas, director ejecutivo del Patronato Luz del Ciego, a esta organización están llegando anualmente más de diez personas, que quedan invidentes siendo jóvenes o adultos mayores.

Según su criterio, esta cifra no es para alarmarse, pero llama la atención que esta discapacidad, que ahora se manifiesta en la población joven, va en aumento. Anteriormente, se recibían entre cinco y siete casos por año.

En la actualidad, 70 personas son beneficiadas con las capacitaciones que ofrece el Patronato Luz del Ciego.

Salinas afirmó que el Patronato le ofrece a estas personas tres cursos básicos: guitarra, inglés e informática.

Una de las herramientas básicas para los no videntes es el bastón blanco. Se conoció que la altura del bastón depende de la estatura de la persona y, generalmente, su tamaño va desde el suelo a la boca del estómago o la base del esternón. Se estima que el bastón cubre dos pasos o dos pasos y medio de la persona que lo utiliza y para su dominio se requiere de una capacitación de cuatro a seis meses.