¿No quería ir para la morgue? El movimiento habitual de la calle 13 Meléndez fue alterado ayer en la mañana, cuando el cadáver de una mujer de 70 años cayó de un carro fúnebre que, al parecer, no le habían cerrado bien la puerta.
El cadáver era trasladado por una funeraria hacia la morgue privada, donde le harían los arreglos para el sepelio.
Los clientes de un restaurante de comida criolla, que está cerca del lugar del incidente, salieron a ver qué había en la bolsa blanca y al bajar el ziper observaron el cadáver de la señora.
Un familiar, que iba detrás, le avisó al conductor del carro fúnebre.
Una funcionaria de la funeraria dijo que este accidente no se repetirá, porque son cuidadosos con los cadáveres.
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