Félix, quien trabajaba como "bombero" en una estación de gasolina, tuvo que dejar su empleo por una crisis que sufrió a causa de su diabetes, perdiendo así el seguro social. En adelante, las cosas se pusieron difíciles, pues Xenia también recayó, a causa de una cirugía a la que fue sometida al detectarle fibromas. Aunque ambos requerían estar en reposo, sabían que no podían quedarse sin hacer nada. Xenia, que había participado en un curso de manualidades y costura, empezó a hacer pañaleras, toallas y otros artículos similares, que empezó a vender entre sus conocidos.

Como el dinero no alcanzaba para la comida ni las medicinas, pidieron permiso para montar un puesto al lado del Centro de Salud de Torrijos Carter, cerca de su barriada, Aires de España.

La Navidad ha sido una buena temporada, pues han salido un par de pedidos especiales, pero aun así no es suficiente. Por esta razón, el pequeño Miguel Ángel, de 13 años, que sufre de retardo y epilepsia, no está recibiendo sus medicamentos.

"No tenemos dinero para comprarle las medicinas que le mandaron", explicó Xenia. Además de sus creaciones, esta madre acepta cualquier "camarón" que salga, por lo que de vez en cuando se le puede ver planchando ropa de algunos vecinos en su casa, o sale a limpiar casas. A causa de la suspensión de su tratamiento, Miguel Ángel sufrió una caída en su casa, durante un ataque de epilepsia, y terminó con una pierna fracturada. Luego de este incidente, las cosas han marchado con tranquilidad, sin embargo no se sabe cuándo pueda sufrir otro ataque. Su familia sólo pide la oportunidad de un trabajo estable y, de ser posible, algo de ayuda económica para la medicina del niño.

NECESIDAD
En enero, Miguel Ángel cumplirá los 14 años. Desde hace semanas no recibe sus medicamentos para la epilepsia.