No empadronaron. Formularios mojados, con cucarachas; falta de seguridad y de equipo, y hasta irregularidades en el proceso fue lo que hizo que miles de panameños del área Este del país se quedaran sin ser censados.
Tal y como se los pidieron, la señora Nieve Espinoza llegó a las 6:00 a.m. a la iglesia La Ascensión del Señor en Las Mañanitas, para cumplir su labor como empadronadora. Ella denunció que eran las 7:00 a.m. y todavía los supervisores no llegaban.
Aunque tarde, algunos de los más de 800 empadronadores en este sector comenzaron la tarea, que muchos no lograron terminar por la falta de material.
Lo mismo sucedió en el corregimiento de Tocumen en donde unos 40 encuestadores se quedaron parados en una isleta, en la entrada de la barriada Altos del Ángel, sin poder trabajar por la falta de folletos. Y es que las aceras servían de tendedero para que las hojas de los formularios que les habían entregado se secaran, por lo empapadas que estaban.
Para el sacerdote de Las Mañanitas, Bernardo Van Quatten, "esta situación con los empadronadores es un irrespeto a la sociedad, debido a que la Contraloría Geneal tuvo 10 años para preparar este censo".
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