Francisco Brunel manejaba taxi la madrugada de ayer, cuando a eso de las 4: 30 a.m. recogió una carrera, pero no se imaginaba lo que le esperaba.
Jacobo Esteban Reina, el pasajero, encañonó al conductor y le pidió que se dirigiera al sector de Curundú. Al llegar a la Delta de Perejil, se encontraron con una ronda policial, la única oportunidad que vio Francisco de verse vivo y la aprovechó.
De un momento a otro, decidió estrellar su vehículo contra una de las estaciones de expendio de gasolina, con el fin de llamar la atención de la Policía; efectivamente, la estrategia funcionó.
Con el impacto el vehículo estalló, lo que casi causa un accidente.
En todo el revulú, Jacobo salió del automóvil e hizo varias detonaciones y fue capturado cuando huía.
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