Marisín Higuera lavaba una ropa en su residencia, ubicada en Calle Estudiante, cuando escuchó la noticia de que una menor de diez años había sido herida en esa misma vía. Eso la alertó y su instinto de madre la guió a marcar el celular de su hija Anayansi González, quien a diario se dirigía por esa ruta, hacia la Escuela Justo Arosemena. Cuando marcó el número, una doctora del Hospital del Niño le contestó y le dijo que su hija estaba grave.

Su hija Anayansi caminaba frente al Instituto Nacional (IN) cuando unos delincuentes se abalanzaron contra una trabajadora manual de ese colegio y le dispararon en la cabeza. Al tratar de impactarla nuevamente, la segunda bala entró en el abdomen de la niña de 10 años.

Alberto Bissot, director médico del Hospital del Niño (HDN) explicó que la bala rozó el hígado y se alojó por detrás, por lo que tuvo que ser intervenida. Luego de 45 minutos de operación, afortunadamente todo salió bien y se está recuperando.

"Anita", como cariñosamente le dicen a Anayansi, es una niña muy estudiosa y se había preparado desde la noche del lunes para un examen de Matemática.

SU ULTIMO DIA DE TRABAJO
Fue la última vez que Mireya López se dirigió a su trabajo, después de cinco años de laborar como trabajadora manual en el Instituto Nacional. El reloj marcaba las 7: 00 a.m. cuando caminaba cerca del Nido de Aguilas. A 20 metros de la entrada del plantel, ella fue acorralada por un sujeto que la tomó y la amenazó con un arma. Entre ambos se dio un forcejeo, que terminó con un tiro en la cabeza de Mireya.

La afectada fue trasladada hacia el Hospital Santo Tomás en donde fue recluida en la sala de cuidados intensivos, donde luego de batallar por más de cinco horas, falleció.

Afuera del nosocomio, sus familiares se consolaban unos a otros para tratar de pasar el trago amargo.

Abel Zeballos, rector del IN, expresó que Mireya fue una mujer muy cooperadora. Enfatizó que las clases se impartirán de manera normal. No obstante, solicitó mayor presencia policial en los predios del plantel.

PREOCUPADOS
Marisín, madre de Anayansi, primos y tíos permanecieron en el Hospital del Niño todo el día.