La señora Morena (por su apellido y por su tez) de la Fonda San Lázaro, explicó que diariamente fríe unas 60 torrejitas de maíz, empanadas, chorizos y piezas de pollo. Para el día de ayer se preparó ante la situación de paro, y para no tener pérdidas sólo cocinó la mitad de todo, pero no le sirvió de mucho, porque reveló que sólo vendió la mitad.

La fonda abre desde las 5:30 a.m. y a las 9:00 a.m. ya no hay desayuno en un día normal, puesto que cada media hora unas 15 a 20 personas acuden al lugar, pero ayer las sillas estuvieron vacías. Esta vendedora denunció que, además de luchar contra los altos precios de los productos, también tuvo que hacerlo contra un paro de transporte.